Ornela Barbieri

El presidente brasileño, Lula da Silva, concretó un paso fundamental en política internacional. Durante la semana se reunió con su homólogo chino Hu Jintao y entre ambos firmaron lo que se considera un acercamiento estratégico entre los dos países.

Los gobiernos de China y Brasil, dos potencias regionales en ascenso, se reunieron la semana para firmar importantes acuerdos comerciales y petroleros. Luiz Inácio Lula da Silva viajó, por segunda vez desde que asumió en 2003, para reunirse con los funcionarios chinos y concretar, entre otras cosas, un crédito de 10.000 millones de dólares otorgado por el Banco de Desarrollo de China a Petrobrás.

Ambos dirigentes acordaron trabajar conjuntamente contra la crisis económica internacional y entablaron el diálogo sobre distintos puntos de preocupación nacional. Lula hizo un llamamiento a que ambas naciones colaboren en la construcción de un “orden internacional más justo”.

También se expresó en el diario oficial “China Daily” sobre la importancia internacional de las relaciones bilaterales. “Los países emergentes están ayudando a escribir uno de los capítulos más importantes de la historia del siglo XXI”, afirmó el mandatario suramericano, al mismo tiempo que profundizó en la relevancia de los diálogos, ya que “ofrecen un ejemplo concreto de entendimiento mutuo y respeto entre dos grandes países emergentes”.

Por su parte, Lula viajó con la intención de convencer al gigante asiático de implementar como moneda de cambio, entre los dos países, el real y el yuan. Esta medida implicaría reducir la dependencia económica estadounidense al prescindir del dólar en el comercio bilateral.

La disposición ya ha sido aplicada por Brasil con Argentina y se encuentra en un período de conversaciones con Uruguay y Colombia.

La modificación en el sistema cambiario configura una política de fuerza para el mandatario. "No necesitamos el dólar. ¿Por qué dos países importantes como China y Brasil tienen que usar el dólar como referencia en lugar de sus monedas nacionales? Esto es absurdo, así como dar a un solo país el poder de imprimir esta moneda. Necesitamos dar más valor a las monedas china y brasileña", afirmó Lula en Caijing, una revista china.

Por otra parte, uno de los puntos más fuertes del encuentro es el crédito de 10.000 millones para Petrobrás. La concesión que el Banco de Desarrollo de China otorgó fue a un plazo de 10 años para la exploración petrolífera y a cambio del compromiso, por parte de la empresa, de suministrar 150.000 barriles diarios de crudo a China durante este año y 200.000 los próximos nueve.

El comercio entre los dos países creció a un ritmo del 50 por ciento durante los últimos años. China se ha convertido en el primer socio comercial de Brasil y ha desplazado de este puesto a EEUU, que ostentó este beneficio durante casi un siglo. Ambas potencias emergentes se han consolidado dentro de una alianza estratégica que, no sólo se alza a partir de tratados y convenios, sino también dentro de los foros multilaterales en el que los gobiernos hacen frente común.