Maite Inchausti

Este año la Cumbre del G-20, que reúne a un cúmulo de países en busca de soluciones a cuestiones económicas de la esfera mundial, tuvo lugar en Londres. Mientras que los mandatarios y especialistas en materia económica, miembros de la organización, se dirimían en torno a una solución a la crisis mundial, manifestantes se agolpaban en las calles londinenses en repudio a la cumbre. La reunión llevada a cabo en el Centro de Exposiciones Excel, de la capital inglesa dejó resultados más favorables de lo que algunos miembros auguraban.

El acuerdo de mayor relevancia fue el que determinó una importante colaboración por parte de las superpotencias al Fondo Monetario Internacional (FMI) a fin de generar una contribución a los países mas perturbados por los efectos de la crisis. La suma de 1,1 billones de dólares serviría para que los llamados ‘países emergentes’ puedan moderar el conflicto económico actual.

Así mismo, se analizó la posibilidad de que los países desarrollados abandonen las políticas proteccionistas a fin de contribuir a una mejora financiera global. Para esto, se le otorgaron poderes de vigilancia sobre el cumplimiento de estas políticas a la Organización Mundial del Comercio (OMC), quien tendrá poder para aplicar las sanciones correspondientes a quienes no cumplan con lo pactado.

En la reunión se prometieron penas para los paraísos fiscales y los jefes de Estado reclamaron una mayor transparencia a fin de lograr “un sistema internacional contable mas claro”.

Asimismo, se pactaron controles más firmes por parte de las entidades financieras, en especial a banqueros, donde se limitarán salarios y bonificaciones a estos empresarios. También se consignó que la elección de jefes del FMI y del Banco Mundial (BM) será por sus meritos y no por nacionalidad como hasta entonces.

El G-20 dispuso dentro de sus resoluciones, que los mandatarios de estas instituciones financieras sean nombrados en un proceso de selección abierto, transparente y basado en los méritos. En último lugar, decidieron llevar a cabo una tercera Cumbre, tras la próxima Asamblea General de Naciones Unidas, a fin de analizar las próximas medidas a seguir.

En tanto y durante la reunión de los 20, unos cuatro mil anti-capitalistas alzaron sus banderas y atacaron dos bancos. Se enfrentaron a la policía al grito de "abolición del dinero", "muerte a banqueros" y "revolución". Fueron 86 los detenidos y una persona muerta tras desmayarse en medio de la protesta.

El después

Con la esperanza producto de la recuperación económica que pronosticó el G-20, subieron los precios del petróleo. De esta manera los crudos de Europa y EEUU, se elevaron entre un 6 y un 9 por ciento.

La Bolsa porteña tuvo un avance del 5,5 por ciento y los valores de San Pablo se dispararon en un 4.37. En México también se ganó un 3,43 y fue en alza el cierre en Tokio, Hong Kong y Seúl. Hubo subas de más del 4 por ciento en Europa y Wall Street cerró en positivo, a pocos días de anunciar el índice mas bajo de desocupación en décadas.

Se espera que la economía mundial avance, aunque lentamente, hacia una rápida salida de esta crisis mundial sin precedente.

¿Qué es el G20?

El G- 20 o Grupo de los 20, es “un foro informal de cooperación y consultas”, según informa la Corporación Británica de Radiodifusión (BBC, en inglés British Broadcasting Corporation). Los países miembros son: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Sudáfrica, Turquía y un vigésimo integrante que es la Unión Europea. Esta corporación esta formada por 27 países y es representada en la Cumbre por un presidente rotatorio. Esta vez fue el turno de República Checa. También es parte del Grupo el Banco Central Europeo y este año, así como el pasado fue invitado España.

El G- 20 fue creado en 1999 como respuesta a la crisis financiera y para buscar una salida a la falta de representación de los países emergentes en los organismos financieros internacionales. Este grupo se reúne una vez por año y trabaja con el fin de crear informes sobre la situación financiera en el mundo. En los últimos dos años se han incorporado a la cumbre no sólo los expertos en materia económica de cada estado, sino también los presidentes y mandatarios de cada país.